La rehabilitación y reforma del Colegio Mayor Jaizkibel parte de una construcción existente, un edificio de principios del siglo XX destinado hasta ahora a funciones docentes, al que se añade un nuevo volumen estructural.
Con una localización privilegiada y unas vistas magníficas a la bahía de Donostia, se enmarca en una línea estilística afiliada al historicismo regionalista de la época, dominada por el eclecticismo. Destaca la calidad de su espacio interior, la ambición de sus acabados decorativos y la prestancia de su aspecto exterior. También la manera en que se afirma en el paisaje, con una silueta muy marcada en la imagen de la ciudad desde la playa. Se entiende que la propuesta representa la solución más airosa para el futuro del edificio preexistente, al tiempo que representa la más beneficiosa para la ciudad y su entorno inmediato desde el punto de vista de su impacto visual y paisajístico, de evidente repercusión en el contexto urbano.
El Colegio Mayor Jaizkibel, en su origen, era un palacete unifamiliar con un aire distinguido que desarrolla un lenguaje elaborado, de notable esmero en la delimitación y coronación de los paños, con profusión de molduraciones y ornato. Su diseño interior gira en torno al protagonismo de un amplio e impactante espacio vestibular de doble altura, que se deduce del vaciado de la parte central del volumen y se remata con una gran vidriera horizontal de luminosidad medida, pero efectiva. La planta superior se asoma a este espacio en todo su perímetro a través de una balconada corrida. El acceso principal se sitúa en su eje perpendicular y encuentra ante sí una retórica escalinata de mármol que salva la altura entre estas dos plantas y ocupa el fondo del eje de la composición.
El proyecto comprende la rehabilitación de la fábrica existente y la introducción en el solar de un nuevo cuerpo construido, horizontal y acostado con su espalda contra el terreno, cuya cubierta se ofrece como una amplia terraza abierta al horizonte a la altura del suelo de la planta baja. Esa terraza queda delimitada en su frente por la barandilla VIEW CRYSTAL de CORTIZO, caracterizada por un atractivo diseño minimalista que responde a las máximas exigencias de seguridad del CTE sin privarnos de unas espectaculares vistas. Este sistema se basa en un perfil de aluminio con forma de “U" que sujeta el vidrio laminar templado solamente en su parte inferior e incorpora un sistema de drenaje que permite evacuar el agua de las terrazas expuestas. Resiste una carga de 1,0 kN/m aplicada a 1,1 m de su parte inferior.El nuevo volumen, por exigencias de la orientación y habida cuenta de la pluviometría, se resolvió con un cerramiento de vidrio de 500 m2 en su cara norte. Para ello, se optó por una solución de muro cortina con ventanas de aluminio integradas que, donde no es transparente, se acompaña de un panel sándwich intermedio y un trasdosado interior. Concretamente, se instaló el sistema TP 52 de CORTIZO, una fachada tradicional o stick que se colocó de forma superpuesta sobre una estructura de acero. El vidrio se fijó a la estructura mediante un perfil presor continuo que se atornilla y queda oculto bajo la tapeta rectangular o perfil embellecedor. Por otro lado, los desagües en cascada, las piezas de continuidad, las pipetas, las gomas seccionables y el ángulo vulcanizado total garantizan la absoluta estanqueidad, drenaje y evacuación del cerramiento. El sistema TP 52 destaca por sus excelentes prestaciones térmicas y acústicas, fundamentadas en su amplia rotura de puente térmico y un acristalamiento, en este caso, de 30 mm; características que se ven reforzadas por los excelentes resultados logrados en los bancos de ensayo AEV y la obtención de la certificación CWCT según la exigente normativa británica. El resto de las fachadas se resolvieron mediante muro de hormigón in situ de espesor variable, según las necesidades estructurales, con trasdosado de cartón-yeso.
En aras de mejorar la eficiencia energética del edificio, se procedió a instalar ventanas de aluminio con rotura de puente térmico y doble vidrio tanto en el palacio preexistente como en el nuevo volumen. La solución elegida fue la COR 70 Hoja Oculta de CORTIZO, una ventana de Canal Europeo caracterizada por una perfilería esbelta y una sección vista exterior de tan solo 66 mm que posibilita una superficie acristalada de hasta el 85%, lográndose así una extraordinaria luminosidad en el interior de las estancias. Presenta un atractivo diseño que oculta la hoja tras el marco en la vista exterior, resultando imposible distinguir las zonas fijas de las aperturas. Su rotura de puente térmico de 35 mm y la inserción de espuma de poliolefina en marco y hoja le permiten alcanzar valores de transmitancia (Uw) desde 1,0 W/m²K, maximizando así su eficiencia energética. Además, estas altas prestaciones térmicas se ven reforzadas por un aislamiento acústico de hasta 46 dB gracias a la posibilidad de instalar vidrios de hasta 40 mm de espesor.
Por otro lado, la parcela se ciñe bastante a los límites del volumen; a excepción de su lado norte, donde discurre la carretera de acceso paralela a la fachada principal. Más allá de ella, el terreno cae abruptamente con una fuerte pendiente verde que mira hacia la bahía. El diseño apura el aprovechamiento de la parcela, que pasa por adecuar la tipología edificatoria a su topografía con el objetivo de minimizar el impacto visual de la nueva construcción. La geometría del solar y las prescripciones genéricas del Plan Municipal llevaron a ubicarla delante del edificio existente, pero evitando tapar la fachada principal. Además, debía impedirse una irrupción agresiva en el lugar que afectase a la imagen de la ciudad y al skyline del frente de Miraconcha, así como a su visión desde la parte baja del casco urbano de San Sebastián. Las circunstancias determinaron un edificio con tres de sus caras abiertas para dar frente a los usos principales del interior. La cuarta cara, que da contra el consabido muro de contención, se destina a pasillos y otros usos no principales. El nuevo complejo conserva íntegramente los espacios comunes y los elementos valiosos de la decoración. La crujía exterior de las plantas superiores se destina a salas de estudio y estancia, aparte de algunas habitaciones. La de sótano acoge diversas salas técnicas y la comunicación con el nuevo volumen, el cual presenta una estructura lineal de naturaleza funciona,con tres plantas que acogen unos 50 dormitorios individuales para los estudiantes residentes en Jaizkibel.
La estructura del palacete fue analizada y se comprobó que un siglo después sus muros de carga de piedra presentaban buen estado general. En todo caso, se procedió a reforzar y renovar la totalidad de los forjados. La fachada del muro de mampostería del volumen existente también se saneó, completándose con la rehabilitación y reparación en piedra artificial de impostas, cornisas y enmarcados; así como de la crestería y los pináculos de la cubierta, y las barandillas de las escaleras que presiden el acceso principal.
OTXOTORENA ARQUITECTOS
Otxotorena Arquitectos destaca por el desarrollo de todo tipo de trabajos de edificación, orientando buena parte de su actividad a la investigación y experiencia en el ámbito de la arquitectura dotacional. El estudio está dirigido por Juan Miguel Otxotorena (San Sebastián, 1959), arquitecto por la Universidad de Navarra en la que se graduó en 1983 y en la que obtuvo el doctorado en 1987 con Premio Extraordinario. En 1990 ganó por oposición la plaza de Profesor Titular de Análisis de Formas Arquitectónicas en la Universidad de Valladolid, donde impartió clases hasta 1994. Desde entonces y hasta septiembre de 2009, fue director de la Escuela de Arquitectura de Pamplona, impartiendo en ella su docencia en la materia de proyectos. Además, ha obtenido de los órganos evaluadores del Ministerio de Educación su acreditación oficial como catedrático.
Ha publicado numerosos artículos en revistas de teoría y crítica, y ha plasmado sus conocimientos en diversos libros: "El discurso clásico en arquitectura: arquitectura y razón práctica" (1989), "Arquitectura y proyecto moderno. La pregunta por la modernidad" (1991), "La lógica del post. Arquitectura y cultura de la crisis" (1992), "Sobre dibujo y diseño: a propósito de la proyectividad de la representación de la arquitectura" (1996), y "La construcción de la forma: para una aproximación contemporánea al análisis de la arquitectura" (1999). Implicado en la iniciativa editorial desde la creación de la firma T6 ediciones, de la que es fundador, dirige diversas revistas y colecciones de libros especializados. También es creador, miembro y codirector del grupo de investigación AS20, impulsor de proyectos de investigación referidos a la arquitectura española del siglo XX.
Su obra ha recibido numerosos reconocimientos y algunos de sus proyectos más relevantes han sido publicados en diversas revistas nacionales e internacionales, acumulando también un buen número de primeros premios en concursos abiertos de proyectos, ya fuese en solitario o asociado con otros arquitectos. Por otra parte, una selección de su trabajo profesional ha sido recogida en la monografía "Juan Miguel Otxotorena, arquitectura 2000-09" de la serie "Dédalo'"de TC Cuadernos (n. 95, 2010).
FICHA TÉCNICA
PROYECTO: Colegio Mayor Jaizkibel
UBICACIÓN: Donostia (Gipuzkoa)
ARQUITECTOS: Otxotorena Arquitectos
SISTEMAS CORTIZO: Fachada TP 52, Barandilla View Crystal, ventanas COR 70 Hoja Oculta
INSTALADOR: Uxama, Inrialsa.
FOTOGRAFÍA: Jorge Allende